Hace poco tuve el
placer de leer “El Principito” de Antonine Saint-Exupéry un famoso libro increíblemente inolvidable en cada
párrafo, cada palabra, cada frase. Una enseñanza de vida, algo que
representa de algún modo como me siento frente a la vida misma e imagino que también
les ha pasado a muchos.
Regresé a través del
tiempo a aquella época tan maravillosa donde solo importaba terminar las tareas
para salir a jugar, reír a carcajadas por cada tontería, saltar, caerse,
levantarse y seguir corriendo sin ningún destino para no ser atrapados mientras
reíamos de los nervios y me pregunte ¿Crecer es una tragedia?
Las experiencias que nos ofrece la vida con el pasar de los años son
inéditas las caídas superadas y todo lo que tenemos que vivir para llegar a ser
mejores personas son parte de esta mágica aventura llena de emociones de todo
calibre, que nos hacen sentir realmente vivos. Bien dicen “Más sabe el diablo por viejo
que por diablo”. La única manera de que crecer fuera una tragedia sería en el caso de perder la libertad. La libertad de ser, de equivocarse, de empezar de nuevo y
sobre todo la libertad de soñar.
Es como la extraordinaria historia del Principito Nos muestra lo maravilloso de creer, creer aunque nos hayamos equivocado mil veces. Un ser que viene de un mundo diferente en el que se encontraba muy solitario y melancólico hasta la llegada de una hermosa flor a la que valoraba muchísimo,pero a esta le cuesta expresarse con sinceridad.
“Es una locura
odiar a todas las rosas solo porque una te pincho. Renunciar a todos tus sueños
solo porque uno de ellos no se cumplió”
Me sentí tan conmovida y he construido
una relación única e irrepetible con esta frase.
El Principito en
su recorrido por otros mundos habitados por singulares personajes nos muestra de una manera muy especial la diversidad de personalidades con las que nos podemos topar a lo largo de nuestro camino a través un rey,
un vanidoso, un borracho, un farolero, un geógrafo, serpiente y un zorro con
quien logra una amistad muy especial. Nos hace comprender las cosas realmente
valiosas de la vida.
“Solo se ve bien con el corazón, lo esencial
es invisible a los ojos”
En este conjunto
de aventuras del Principito rememora la consciencia de los niños pero también
de nosotros los mayores logrando hacernos añorar aquellas épocas de niñez donde
nada importaba y éramos muy felices con las simplezas de la vida y recordamos
que a veces olvidamos las cosas más sencillas, olvidamos sentir y disfrutar lo
realmente valioso.
Uno de mis favoritos ...los esencial es invisible a los ojos así de simple <3 ...que buena frase
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