miércoles, 16 de septiembre de 2015

¿A o B?


Muchas veces decidir es algo bastante complicado. Decidir significa elegir entre dos o más opciones,  al decidir también tomamos con esa elección las consecuencias buenas o malas que esta nos traerá. Yo nunca he sido buena tomando decisiones, nunca supe realmente cual era mi color favorito o que me gustaba en el desayuno o en el almuerzo o que ponerme en un día soleado o nublado.

Siento que la presión de elegir es para mí igual que estar tomando un examen, y no cualquier examen, uno de esos donde las respuesta son en números, los cálculos son obligatorios y solo tienes dos opciones.

Creo que si decidir es tan difícil,  pronto surgirá una enfermedad llamada: stress post elección donde las personas parecidas a mi tendrán que tomar agüita de azar y largos baños en manzanilla para poder curarse. Pero lo más complicado no es eso, lo más complicado y difícil es: ¿Que pasa después? ¡Exacto! ¿Qué pasa después mi elección?

Pues en teoría si eliges mal y es una decisión tan importante,  pues tu vida cambiará,  se destruirá y todo lo que pensaste saldría bien saldría muy mal y muchas personas te dirán un grande y fuerte: te lo dije.  Otro problema que hallo en este tema de las elecciones vivenciales es que ¿Cómo sabes tú, que lo que estás pensando escoger es lo que realmente necesitas? ¿Te has puesto a pensar en eso? Como sé que lo que yo quiero para mi vida es lo que realmente necesito para que esta vaya bien.

Muy parecido a la elección de una carrera profesional, muy parecido también a con quien pasaré el resto de mi vida incluso muy parecido a escoger una mascota para tu nuevo departamento. Las elecciones en la vida están todo el tiempo y son desde que te levantas hasta que te acuestas.

A lo que voy es que para elegir no tienes que tener una bola de cristal o ser un genio como Einstein. Para tomar una buena decisión  a mi corta edad he llegado a comprobar que tienes que confiar en ti más que en la elección que tomes. Confiar en que tú buscaras lo mejor para ti y por lo tanto tu elegirás lo que más te conviene como dicen seguir tus instintos.

Tampoco te digo que nunca te vas a equivocar porque lo harás y muchas veces pero no te flageles por ello.  Levanta la cabeza y sigue adelante, toma un buen aliento porque se vienen muchas elecciones más y  necesitaras ese buen aliento.  Ahora para las personas que somos algo autodestructivas con este tema de las elecciones, les aconsejo que hagan caso omiso a todo lo que escribí antes y elijan totalmente lo contrario a lo que iban a escoger en un principio, técnica que nunca falla.

En el amor se toman las decisiones más difíciles y complicadas creo yo. El escritor Carlos Cuauhtémoc Sánchez sabe muy bien de esto, y nos lo cuenta con una muy linda historia ¨los ojos de mi princesa¨ donde Carlos desde muy adolescente se enamora de una chica y  le pone de nombre ¨sheccid¨

Carlos idealiza tanto a sheccid que al final a pesar de superar muchos obstáculos en su vida, nunca logra superarla a ella.  Finalmente el tendrá que decidir entre seguir con esta historia de amor o aceptar que es un amor imposible. ¿Saben que decidió él? Inventar una muerte inexplicable.



Mayra Giuliana Agurto Salazar

Argumento de "Lo

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