martes, 29 de septiembre de 2015

¡Hey corazón! no te enamores por favor


Existen amores prohibidos, los han existido desde el principio de los tiempos. Podría enumerar una extensa lista de ejemplos con nombres: Dalila y Sansón, Romeo y Julieta, Marco Antonio con Cleopatra, incluso en la biblia, con Adán y Eva.

Todos estos ejemplos de la historia y algunos ficticios nos han enseñado desde muy pequeños que hay amores que también pueden y son muy peligrosos. Y es que es difícil pensar y decidir de quien enamorarse.

Lamentablemente esa elección es algo que no controlamos, aunque a muchos nos gustaría poder hacerlo, sacar un rato nuestro corazón del pecho y decirle: Hey corazón, ya sé que andas muy ocupado con todo esto de bombear sangre, pero… ¿podrías dejar de acelerarte cada vez que salgo con ella? Es que se me hace algo incómodo.


¨El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar¨

Tengo una gran incógnita con respecto al sentir del amor ¿realmente lo hace el corazón? O es que siempre escuchamos que el amor y todos esos sentimientos sin explicación vienen de allí, acaso ¿le estaremos atribuyendo una acción que muchas veces repelemos y odiamos en su totalidad al pobre corazón? Toda nuestra ira y muchas veces acompañada con frases como: te quisiera arrancar de mi pecho, ya no quisiera vivir y maldito corazón ¿somos realmente justos con nuestros corazones y su participación en esto llamado amor?


Yo no he amado hasta la locura aún y la verdad que viendo el resultado tan catastrófico y casi casi mortal prefiero aun no enamorarme, aun siento que soy demasiado egoísta como para dejar todo e ir en busca de mi amor hasta la china si fuera posible. Hay personas que le han agarrado tanto miedo por experiencias pasadas que no volverían a ese estado tan poco lucido como es el enamoramiento.

Como para no perder las esperanzas Mario Vargas Llosa nos deleita con su obra: ¨la tía julia y el escribidor´´ donde nos narra la historia de un amor poco convencional, La relación entre el joven escritor con una mujer de su familia mayor que él, la tía Julia. Vargas Llosa cuenta la pasión amorosa entre la tía Julia y el aprendiz de novelista, que la sociedad limeña de los años cincuenta prohíbe y juzga por todos los medios.


Esta narración reúne el interés de los relatos de amor , donde coinciden de forma brillante la pasión shakesperiana con su correlato novelesco, mostrándonos una vez más que los amores prohibidos nos pueden encontrar a la vuelta de la esquina, comprando el pan o incluso en nuestra misma casa.

Mayra Giuliana Agurto Salazar


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